La Radiofrecuencia junto con el Infrarrojo permiten trabajar el tejido adiposo a nivel subdérmico más profundo, estimulando al organismo a crear su propio colágeno, previniendo la flacidez, ofreciendo un aspecto más firme y joven a la piel.
- El calentamiento provocado por infrarrojos y radiofrecuencia aumenta el metabolismo de las células grasas, reduciendo su tamaño.
- Este calentamiento estimula la producción de nuevo colágeno, con excelentes resultados en la textura de la piel.
- Aumento de la emulsificación de grasas.
- La absorción de Infrarrojos genera un aumento moderado de la temperatura dentro de los adipocitos, provocando el desplazamiento de la grasa.
- El aumento de temperatura hace que la circulación sanguínea se desplace en la zona de tratamiento en general y en el tejido adiposo en particular, facilitando la eliminación de ácidos grasos de los adipocitos.
