Drunk Lovers captura la noche en su máxima intensidad: empieza con una ráfaga cítrica de citronela, bergamota, limón, toronja y bayas rojas, como el preludio de un brindis. En el corazón se adentra en el boozy: brandy oscuro, pimienta vibrante, jengibre chispeante, salvia y ciprés conforman una mezcla que evoca conversación, complicidad y un desenfreno elegante. El fondo es terciopelo líquido: ámbar, sándalo indio, cedro, vainilla Planifolia, benzoin, pachulí, vetiver, cardamomo y canela despedazan cualquier sutileza y firman una estela que no pasa inadvertida. Es para quienes desean una fragancia con carácter, con historia de madrugada, para momentos donde la audacia es bienvenida.