Parrillas Eléctricas

¿Por qué elegir una parrilla eléctrica?

• Puede ser usada en interiores, ya que no genera humo.
• Es una opción más amigable con el medio ambiente que las parrillas a carbón, en especial si vives en un sector con problemas de calidad de aire.
• Es fácil de usar, por sus controles parecidos a los de un horno eléctrico o encimera.
• No dependen de galones de gas, leña ni sacos de carbón, por lo que requieren menos tiempo y pasos para funcionar.
• La temperatura es fácil de regular, dando buenos resultados tanto para novatos como para parrilleros experimentados.

¿Cómo elegir tu parrilla eléctrica?

1. Considera el tamaño: Lo primero que debes tener en cuenta son las dimensiones de la parrilla y la superficie sobre la que puedes cocinar. Si quieres preparar un asado para un grupo de 4 o más personas, te recomendamos optar por modelos con una superficie de más de un metro de largo.
2. Revisa la potencia y capacidad: La potencia de cocción es un aspecto crucial al elegir. Te recomendamos que optes por modelos con 1.000 Watts como mínimo si quieres preparar más de 1 kilo de carnes o vegetales.
3. Toma en cuenta los extras: Varias parrillas eléctricas cuentan con sistemas para limpiar fácilmente la superficie de cocción, y recolectores de grasas. Además, existen modelos que funcionan como parrilla y máquina sandwichera al mismo tiempo. Elige uno que te parezca fácil de usar y limpiar, teniendo en consideración el lugar donde la quieras usar.

Recomendaciones para usar tu parrilla eléctrica

Estos son algunos tips que te pueden servir al usar una parrilla eléctrica por primera vez:

• Calienta la superficie antes de poner el aceite y los alimentos. Esto te ayudará a lograr un sellado perfecto y evitará que tu asado quede con una textura ligosa. Este consejo aplica para todo tipo de parrillas, ya sea un modelo eléctrico, parrilla a gas o incluso un fogón.
• Usa un termómetro de cocina para las carnes muy gruesas. Esto te ayudará a lograr el punto perfecto siempre.
• No des vuelta tus carnes y verduras más veces de lo necesario. Idealmente, pon la parrilla a una temperatura que te permita cocinar tus alimentos con una vuelta por cada lado, así obtendrás un exterior crujiente cada vez que hagas un asado.
• Para verduras con mucha agua, como champiñones, morrones o tomates, añade la sal después de cocinar o durante los últimos minutos. Esta técnica te permitirá asar los vegetales de forma correcta, al evitar que boten su líquido y pierdan tamaño y jugosidad.

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