Este florero decorativo tiene un acabado que le da un aspecto lujoso y llamativo. Su forma es alargada, con una base más ancha que se estrecha gradualmente hacia un cuello delgado y una boca pequeña.
La característica más distintiva del florero es su textura. En lugar de ser liso, presenta un patrón ondulado y asimétrico que se extiende por toda la superficie, creando un efecto visual dinámico y moderno.
La forma y el material hacen que la luz se refleje de manera interesante en sus curvas. Parecen imitar las ondas del agua o las marcas dejadas en la arena.
Este tipo de florero es ideal para añadir un toque de elegancia a cualquier espacio, ya sea en un salón, comedor o recibidor.
En general, el florero combina elementos de diseño moderno y natural, lo que lo hace una pieza llamativa y elegante, ideal para añadir un toque de sofisticación a cualquier espacio.
Su acabado lo convierte en un punto de atención instantáneo. Puede usarse como pieza central en una mesa o en una repisa para añadir un toque de elegancia y sofisticación.
Colócalo solo o combinado con otros objetos decorativos de diferentes tamaños y texturas para crear una composición visual interesante. Combina bien con decoraciones de estilo minimalista, moderno, glamuroso o art déco.
Es ideal para espacios que necesitan un elemento vertical para equilibrar la composición.
Dado que es un florero decorativo, su uso principal no es para contener agua o flores frescas. Se utiliza más bien para realzar el espacio con su propia belleza escultural.
Este florero no es solo un recipiente, sino una pieza de arte que aporta lujo y modernidad a cualquier rincón del hogar.
NO INCLUYE FLORES
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15/17.01.31