En 1863, en el momento más crítico de la guerra civil estadounidense, los miembros de la misión diplomática del presidente Lincoln en Santiago de Chile se transformaron
en los inesperados héroes de una de las tragedias más sobrecogedoras del siglo XIX: la muerte de más de dos mil mujeres atrapadas en el incendio de la Iglesia de la Compañía de Jesús. El buzón de las Impuras desnuda por primera vez quiénes eran las Hijas de María, una cofradía de mujeres de la alta sociedad que lograba convocar a miles
de fieles, pero que terminó sepultada bajo las cenizas del templo jesuita en el injusto silencio de la subyugación patriarcal.