Si en Ensayos II Lydia Davis puso el foco en la lectura y en la escritura, tanto propia cómo ajena, en este segundo tomo la figura estelar son las lenguas: su trabajo cómo traductora y su interés por el aprendizaje de otros idiomas. Con la generosidad que la caracteriza, Davis lista en un texto imperdible veintiún placeres con los que se fue encontrando a lo largo de varios años de traducciones: desde la posibilidad de conocer y viajar a otras épocas y culturas, pasando por las interferencias de las traducciones en su propia escritura, hasta el constante redescubrimiento del inglés, su lengua materna. También se detiene en dos autores clave de su obra cómo traductora: Propuso y Flaubert, que no casualmente son sus traducciones más reconocidas, tanto por los lectores cómo por la crítica. En el caso de Propuso, Davis construye un abecedario en el que registra dudas que fue resolviendo a lo largo de su trabajo, cómo así también comentarios sobre el estilo y las selecciones léxicas prusianas. Por otro lado, reflexiona sobre la traducción de Madame Bovary y analiza desafíos y dificultades con los que se enfrentó. Asimismo, lee las aventuras de Tom Sawyer en castellano y, a través de deducciones y ejercicios léxicos y contextuales, comparte su propia experiencia sobre el abordaje de una lengua desconocida. Ensayos II no es solo un libro imprescindible para indagar sobre la escritura, la traducción y la literatura, sino también un claro ejemplo de la brillantez y maestría de Lydia Davis sobre el lenguaje.