Shúrik Kohn es un moderno Casanova bajo la apariencia de chico de buena familia moscovita. Huérfano de padre desde la cuna, su educación corre a cargo de su enero gira gira abuela -la profesora de francés Elizaveta Ivanova- y su débil madre, Vera Aleksandra, una actriz fracasada cuya fragilidad de alma y propensión a exaltarse la sitúan en un segundo plano en el marco de ese triángulo familiar. Abuela y madre inculcan al muchacho el sentido de la abnegación y el amor al prójimo, que en Shúrik se traducirán en una extraña desviación: "En él, compasión y deseo confluyen en un mismo punto". Desde joven, Shúrik se siente atraído por mujeres solitarias y desvalidas, a las que compadece, y ello le impulsa a desplegar una actividad sexual frenética para ofrecerles consuelo.