El módulo de cámara es principal protagonista, sobresaliendo bastante del cuerpo y recogiendo mucha suciedad (aunque lo limpiemos, casi instantáneamente vuelve a atrapar polvo). El cuerpo del dispositivo está construido en plástico, logrando Xiaomi un acabado que no llega a ser mate, pero que repele relativamente bien las huellas y la suciedad.
Este Redmi Note 10 5G es bastante ergonómico, gracias tanto a la curvatura de su parte trasera como a que, a nivel de dimensiones, no es de los más grandes y pesados de su segmento. Por la parte delantera tenemos unos marcos bien aprovechados, salvo la barbilla inferior, que es bastante prominente.