Koyomi Araragi derrota a Kissshot y la arrastra al borde de la muerte, pero en el último instante descubre que la vampira está tratando de provocar su propia aniquilación para
que el muchacho pueda volver a ser humano. Ahora que la verdad ha salido a la luz, le corresponde a Koyomi decidir cómo concluirá la tragedia.