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RegistrateLos shampoos son la base de cualquier rutina capilar. Más allá de limpiar, su función es preparar el cabello y el cuero cabelludo para recibir los nutrientes que proporcionan otros productos de cuidado. Así que utilizar el adecuado no solo mantiene el pelo libre de impurezas, sino que también ayuda a conservar su brillo, suavidad y fuerza natural.
Hoy en día existen fórmulas diseñadas para distintas necesidades, desde los cabellos grasos hasta los teñidos o dañados por tratamientos químicos. Incluso algunos productos combinan ingredientes hidratantes, extractos naturales o proteínas que restauran la estructura capilar desde la raíz hasta las puntas.
Además, combinarlos con acondicionadores adecuados potencia los resultados, ya que ambos productos trabajan de forma complementaria para mantener la hidratación y evitar el quiebre del cabello.
Existen diferentes productos formulados para atender a tu cuero cabelludo. Conocer sus diferencias te permitirá elegir el más apropiado.
El reparador está pensado para cabellos dañados por el calor, la decoloración o los tratamientos químicos. Su fórmula incluye proteínas, queratina o aceites esenciales que reconstruyen la fibra capilar y devuelven la elasticidad perdida. Marcas como el shampoo Kerastase son reconocidas por su eficacia en la reparación profunda y su capacidad para revitalizar el cabello sin dejarlo pesado.
El shampoo matizador es el aliado de los cabellos rubios, grises o con mechas. Su función principal es neutralizar los tonos amarillentos o anaranjados causados por la oxidación. Gracias a sus pigmentos violetas o azulados, mantiene el color vibrante y un aspecto más frío por más tiempo. También aporta brillo y ayuda a conservar la luminosidad del cabello teñido o decolorado.
Este tipo estimula la circulación en el cuero cabelludo y fortalece la raíz. Sus fórmulas suelen incluir biotina, cafeína o extractos vegetales que nutren los folículos y reducen la pérdida de cabello. Aunque no reemplaza un tratamiento médico, su uso constante contribuye a mejorar el volumen y la resistencia capilar.
Diseñado para cabellos teñidos, este protege la pigmentación y evita la pérdida de intensidad. Sus ingredientes crean una barrera que mantiene el color brillante por más tiempo, al mismo tiempo que hidrata y previene la resequedad. Es ideal combinarlo con acondicionadores de la misma línea para prolongar los efectos del tinte y conservar la suavidad del cabello.
El shampoo anti caspa actúa sobre el cuero cabelludo eliminando la descamación visible y aliviando la irritación. Sus ingredientes, como el zinc o el piroctone olamine, regulan la producción de sebo y calman la picazón. Es recomendable usarlo alternando con uno suave para mantener el equilibrio capilar y evitar la resequedad.
Un shampoo sin sal es un producto capilar formulado sin cloruro de sodio, un componente que suele utilizarse para espesar los champús convencionales. Al no contener sal, resulta más suave con el cabello y el cuero cabelludo, ayudando a mantener la hidratación natural.
Las diferentes fórmulas, ya sea anti-caspa, anti-caída, matizador y más, pueden ser sin sal. Estas se caracterizan por no contener cloruro de sodio, un componente que, aunque común en muchos productos, puede resecar el cabello o afectar los tratamientos de alisado. También son ideales para limpiar con suavidad sin eliminar los aceites naturales que mantienen el brillo y la flexibilidad del cabello.
En definitiva, los shampoos cumplen una función esencial en el mantenimiento de un cabello limpio, fuerte y brillante. Lo importante es elegir el que mejor se adapte a tu tipo de cabello y combinarlo con productos complementarios para obtener resultados duraderos y saludables.