Este libro se nos muestra como un genuino caleidoscopio de sentimientos y emociones: suspenso, humor, ternura, amor, locura, horror, todo eso y más aún. Tras ellos, o más bien en su seno, se desprenden esos grandes temas de fondo, esas preguntas esenciales que suelen quedar sin respuestas, pero cuyas luces de búsqueda se desgajan a cada tramo del relato. Estos cuentos, algunos literarios o intelectuales, otros poéticos, otros llenos de morbo, pasión o ironía –cada uno único en su especie y todos muy diferentes– se conjugan en desentrañar incógnitas de la vida humana: el misterio de ser una persona, la duda como principio de la sabiduría, el espeso mundo de las relaciones familiares y sociales, la pulsión de los instintos, etc. Todos ellos dan cuenta de la deslumbrante prosa de Iturra y de su imaginación abocada como pocas a una narrativa capaz de entregar ficción y algo más que ficción.