Este libro comienza con un pequeño milagro: en 1991, un grupo de chicos afroamericanos de un conflictivo instituto de Harlem ganó al todopoderoso colegio privado Dalton en el Campeonato Nacional de Ajedrez para Alumnos de Secundaria. Detrás de ese éxito inesperado se encontraba el joven maestro ajedrecista Maurice Ashley, que demostró dos cosas: que el talento no es innato y que la motivación y el desarrollo del carácter son clave para el éxito, incluso cuando todo parece estar en contra.