Una prostituta guarda una increíble fidelidad, pero los habitantes de su región son incapaces de comprenderlo; solo un antiguo samurái es capaz de llegar hasta lo más recóndito del alma. En otro asunto, los grandes daimyos podían pagar a muchos guerreros como escoltas, pero los menores debían contratar a unos "adornos", y aunque estos falsos escoltas no sabían luchar bien, sí cometían crímenes impunes por la protección de su daimyo y los constantes viajes; pero no todo queda impune, menos cuando se encuentran al lobo que lleva a su cachorro. Itto Ogami conoce a un grupo de gente que transporta personas a través de un río peligroso, pero cuyo principal entretenimiento es extorsionar, sexual y económicamente, a sus clientes; el ronin se convertirá en uno de ellos.
