Beneficios de usar un sillón masajeador

• Reducción del estrés: Estos sillones sirven para reducir la fatiga, la ansiedad y el estrés. Ya sea si decides usarlos por la mañana o al terminar el día, los masajes pueden ser útiles para desconectarte de la rutina y enfocarte en una sensación de bienestar.
• Alivio de dolor muscular: Los masajes que te proveen este tipo de sillones ayudan a estimular el flujo sanguíneo y los tejidos musculares, lo que podría ser útil para ayudar molestias y dolores.
• Ahorro de recursos: Si bien un sillón masajeador no reemplazará una sesión con un especialista, usar tu propio sillón en vez de recurrir a un masaje tradicional puede ahorrarte tiempo y dinero, dándote resultados similares.

Tipos de sillones masajeadores

Sillones masajeadores de estar

Este tipo de sillones son perfectos para ponerlos junto a tus sillas y sillones de living o sala de estar, gracias a su diseño casual con materiales como cuero y textiles básicos. Algunos tienen opciones reclinables y controles que te permiten cambiar entre distintos tipos de masajes, pero sus funciones de masaje suelen ser básicas.

Sillones con masajeadores para piernas

Estos sillones incluyen masajeadores específicos para el área de las piernas. Esto te permite tener una experiencia de masaje completa que no solamente relaja el tren superior.

Sillones masajeadores profesionales

Si quieres una experiencia de masaje completa, la mejor opción es un sillón masajeador profesional. Estos modelos incluyen masajeadores que van desde la cabeza a los pies, además de opciones de calefacción, sonido estéreo, inclinación, y diferentes configuraciones de masajes para descontracturar, mejorar la circulación y relajar.

¿Cómo lograr el efecto deseado con tu sillón masajeador?

Si quieres usar un sillón masajeador para relajarte, te recomendamos que lo complementes con una serie de hábitos y prácticas que apuntan a la misma finalidad. Estas son algunas de las más importantes:

Asegúrate de dormir correctamente

Soluciona tus incomodidades al dormir usando los artículos correctos, como una almohada viscoelástica en caso de sufrir de dolores lumbares, o un calientacamas en caso de que el frío no te permita dormir. Si sientes que tu cama es muy pequeña o incomoda, opta por un modelo diferente, como una cama king o cama de dos plazas.

Complementa con masajes tradicionales

Puedes usar aceites de masaje y aprender a liberar tensiones en distintas partes de tu cuerpo por cuenta propia, o acudir a un masajeador profesional, que te ayudará también a detectar tus problemas y atacarlos de forma localizada.

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