No hay nada ni nadie que pueda coartar ese sentido de la independencia que es intrínseco de los nativos del noveno signo del zodiaco. Basta remitirse a su pictograma para entender que nadie los puede detener: una flecha lanzada por un arquero, que se encumbra por los aires como una metáfora de esa sabiduría que se aleja rauda y libre de los problemas y de lo terrenal, apuntando a ideales más altos.
Ingredientes: Té negro, frambuesas, cártamo, sabor natural a crema, vainilla, bergamota y frambuesa.
Infusionar a 100°C por 3 minutos.