Aceite de ricino y manteca de murumuru: Promueve la resistencia, recuperación y revitalización del cabello.
Aceite de ricino:
Estimula el crecimiento del cabello: El ácido ricinoleico presente en el aceite de ricino mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que ayuda a nutrir los folículos pilosos y promueve el crecimiento del cabello.
Fortalece el cabello: Al fortalecer la fibra capilar, el aceite de ricino reduce la rotura del cabello y ayuda a prevenir las puntas abiertas.
Hidrata y humecta: El aceite de ricino es un humectante natural, lo que significa que ayuda a retener la humedad en el cabello, evitando la sequedad y el frizz.
Combate la caspa: Sus propiedades antiinflamatorias y antifúngicas ayudan a combatir la caspa y mantener el cuero cabelludo saludable.
Mejora la apariencia del cabello: El aceite de ricino puede hacer que el cabello luzca más suave, brillante y sedoso.
Manteca de murumuru:
Protege el cabello: La manteca de murumuru crea una barrera protectora sobre el cabello, protegiéndolo de los daños causados por el calor, los factores ambientales y los tratamientos químicos.
Nutre y repara: Rica en proteínas similares a la queratina, la manteca de murumuru ayuda a reconstruir la fibra capilar, restaurando la elasticidad y la suavidad del cabello.
Controla el frizz y define rizos: La manteca de murumuru ayuda a controlar el frizz, especialmente en cabellos rizados, y define los rizos aportando brillo y suavidad.
Hidrata y retiene la humedad: Al igual que el aceite de ricino, la manteca de murumuru ayuda a mantener la hidratación del cabello, previniendo la sequedad y la fragilidad.
Combinación de ambos:
La combinación del aceite de ricino y la manteca de murumuru puede ser muy beneficiosa para el cabello, ya que ambos ofrecen propiedades complementarias logrando un efecto potente y eficaz.