En el Sauna Infrarrojo el calor se absorbe directamente en la superficie de la piel entre un 80% y un 93%, por lo que no son necesarias temperaturas tan altas como en el sauna tradicional, que algunas personas no logran soportar. Como su luz es invisible, estos recintos combinan su terapia con otra, la cromo lumínica, donde se utiliza la iluminación de color para conseguir más beneficios, como mayor relajación.
El sauna infrarrojo remueve las impurezas depositadas en las células, en particular las de grasa, donde el cuerpo acumula, además de reservas de energía, toxinas como el colesterol y los metales pesados del medioambiente.
Entre los beneficios que podemos encontrar en un sauna:
Es ideal para la renovación de la epidermis ya que favorece la descamación de la capa córnea, es decir, conseguiremos una mayor suavidad en la piel.
Los músculos ganan elasticidad.
Es innegable el efecto relajante en cuanto te sientas y notas el calor.
