Los toldos están fabricados para su uso en áreas exteriores. Además de ofrecer sombra, pueden dar vida a un espacio botado y entregar privacidad.
Un toldo es una estructura de tela que actúa como techo en un lugar al aire libre. Estos se despliegan y se recogen según tus necesidades. Puedes extenderlos para protegerte del sol o plegarlos cuando quieras disfrutar de la luz natural en tu hamaca columpio. Algunos también te protegen contra la lluvia.
Existen varios tipos de toldos, aquí te presentamos algunos de los más comunes:
Estos pueden extenderse o retraerse según sea necesario, ofreciendo variedad y control sobre la cantidad de sombra que deseas. Suelen tener cuatro patas y algunos cuentan con paredes de tela, para mayor cobertura.
Estos son permanentes y proporcionan sombra constante, como una malla de sombra. Son ideales para áreas donde se requiere una protección continua contra el sol y la lluvia. Suelen tener forma triangular y se amarran en lugares altos.
Cuentan con brazos que se extienden para desplegar la lona, y quedan como un gran quitasol. Son perfectos para grandes áreas al aire libre.
También conocidos como toldos de caída, son ideales para ventanas y balcones, ofreciendo privacidad y protección solar.
Pueden estar hechos en una variedad de materiales, cada uno con sus propias ventajas:
Ofrecen múltiples beneficios tanto prácticos como estéticos: