Mademoiselle Rochas,
el Frenchic según Rochas
Un perfume irresistible de energía positiva
¿Mademoiselle Rochas? Una joven parisina, chispeante, activa, alegre, fresca, típica francesa. Inspirada en las bellas Femme y Madame, Mademoiselle Rochas se ha liberado. De ellas conserva su elegancia, pero con sus propias elecciones, ya que pretende vivir plenamente en su época.
Curiosa y audaz, juguetona y optimista, le gusta aprovechar los sitios de moda de la ciudad de la luz. Ir de shopping, visitar una galería, tomar un café en una terraza, organizar una cena romántica con vista sobre los tejados de París… Urbana hasta la punta de los pies, encarna la moda sin ni siquiera darse cuenta. Su mayor placer: pasear en bailarinas entre la rue Saint Honoré, Saint Germain des prés o el Canal Saint Martin, atravesar a grandes pasos los puentes y los jardines de la capital. Por la noche, cambia sus zapatos planos por stilettos, se aplica una bonita barra de labios intensa y se perfuma delicadamente. Lista para beber una copa entre amigos en un bar de moda, o no… lo importante es estar bien acompañada. Irradia alegría y fascina con su espontaneidad. Los códigos de seducción existen… ¿por qué no divertirse con ellos?
Hedonista, aprovecha al máximo estos instantes. Y gracias a Instagram y Snapchat puede compartirlos. Alegre y llena de luz, sabe que es esencial intercambiar sus flechazos y rodearse de risas y amistad.
Por todas estas razones, Mademoiselle Rochas posee este Frenchic natural que los demás envidian.
La estela Frenchic
Para la perfumista Anne Flipo, que ha creado Eau de Parfum Mademoiselle Rochas, el objetivo era transcribir la picardía y el descaro de la joven parisina actual. Basada en el legado de las bellas creaciones que cultiva la casa Rochas, Anne ha tejido delicadamente, hilo por hilo, una fragancia de seducción. Hecha para una mujer enérgica e independiente, enamorada de la vida y de la belleza.
Al principio, el carácter chispeante acidulado del acorde de frutos rojos (grosella, grosella negra, mora) despierta los sentidos como un recuerdo de la infancia y de su despreocupación. La hiedra crujiente de un jardín a la francesa la ennoblece, creando el contraste. El acorde de manzana caramelizada, a la vez verde afrutado y ligeramente rojo acaramelado, crea adicción.
En el corazón de la fragancia, una explosión de flores, puñados de pétalos de rosas destilados, provenientes en parte de los campos exclusivos Rochas, un maravilloso jazmín de Egipto abundante, un acorde violeta flotando en el aire… Estamos en el corazón de la elegancia, romántica y ultrafemenina. La expresión misma de la seducción magnética a la francesa.
En las notas de fondo, confirmando el carácter y la estela de la sutil composición, una madera de sándalo cremosa y chic, un acorde ámbar gris dulce y confortable y unos almizcles chantilly blancos y vaporosos evocan el encaje sexy, tan apreciado por Monsieur Rochas. Y el perfume se vuelve una segunda piel.
El espíritu del estilo
El frasco ha sido elaborado en un círculo de vidrio sencillo y perfecto, evocando la opulencia y la dulzura de la feminidad. El jugo ligeramente rosado evoca el universo florido y apetitoso de la fragancia, incitando a aplicarla al instante.
En un espíritu de alta costura, el motivo milrayas de la cinta de seda característico de Rochas, sello de expertos (cosido en el forro de cada abrigo), se encuentra interpretado: en los contornos del frasco, sobre el cuello del tapón y en el fondo de la etiqueta, pero principalmente gracias a la textura de este trozo de tela que delicadamente envuelve y decora el cuello del tapón plateado.
El estuche es elegante, gracias a su papel estampado. Su color rosa pastel recuerda el color de la fragancia. Con una sobriedad gráfica atemporal y refinada, su marco negro responde perfectamente a la escritura del nombre Mademoiselle Rochas.
El encanto de la parisina
La actriz Noémie Schmidt ha sido elegida para encarnar el Frenchic; representa el frescor, la espontaneidad y la elegancia de Mademoiselle Rochas.
En la campaña de publicidad, la chica tiene cita con su novio en la terraza de un café parisino. Pícara y despreocupada, se toma su tiempo y se relaja en el baño, hasta que se da cuenta de que llega tarde (como toda parisina). Se pone un vestido, coge sus bailarinas rápidamente, corre descalza sobre los muelles de la isla Saint Louis, atraviesa la calle frente a un coche, dejando a su conductor sorprendido, para llegar finalmente con una sonrisa natural y desenfadada.
Entonces, su novio le entrega una gran caja rodeada por una cinta con las siglas de la casa Rochas. Sorpresa: ¡le acaba de regalar un cachorrito adorable!
El visual, muestra a Noémie Schmidt sentada junto a sus amigos con un atuendo chic e informal. De espaldas, con su precioso vestido de tirantes finos y la nuca despejada, gira el rostro para mirarnos con un aire alegre y encantador.
¡No hay dudas: ella posee el Frenchic!
La casa Rochas, una auténtica historia de perfumes a la francesa
En 1925, Marcel Rochas abre su casa de costura, con 23 años. Vestido de tenis, vestido de tubo negro y blanco, corsés de encaje chantilly, silueta con hombros anchos y caderas estrechas…Las mujeres se arrebatan sus creaciones parisinas, a la vez femeninas y terriblemente modernas.
En 1943, en homenaje a su nueva musa y tercera esposa, Hélène, solicita al maestro perfumista Edmond Roudnitska que componga un perfume de una feminidad absoluta. Así nace el chipre floral Femme.
Tras el fallecimiento de Marcel Rochas en 1955, Hélène crea junto a Guy Robert Madame Rochas. Lanzado en 1960, representa la imagen de la mujer independiente y moderna traducida por una composición de flores blancas cautivadoras.
Más adelante, en 1970, saldrá Eau de Rochas, una interpretación de una Cologne fresca que también se hizo leyenda. Luego, Eau de Rochas Homme en 1993, el femenino Tocade en 1994, y Rochas Man en 1999.