Estando al pie de las montañas en el Valle del Cachapoal Andes, es imposible resistirse a la fascinante belleza y al poder absoluto de esta imponente Cordillera. Una de las estrellas más brillantes es Altair, especialmente visible en agosto y septiembre. Inspirados en las estrellas, decidimos plantar nuestras vides en el Valle del Cachapoal Andes, aún más arriba del piedemonte. Una zona donde el terroir nace de erupciones volcánicas y violentos terremotos que se remontan a millones de años atrás, donde el sol brilla un poco más y las frías temperaturas de la noche ofrecen uvas con mayor concentración de fruta y exquisitos taninos. Está compuesto por 95% Cabernet Sauvignon, 1% Syrah, 2% Carmenére y 2% Cabernet Franc.