Hay muebles que simplemente ocupan un espacio… y hay otros, como el despensador de cocina Macadamia, que lo transforman. Con sus tres puertas y su diseño sobrio pero acogedor, este mueble no solo guarda alimentos: guarda momentos. En cada rincón del Macadamia hay un pequeño gesto de cuidado. Está ahí, silencioso y firme, sosteniendo tus rutinas y tus antojos. Desde esa harina que solo usas para el pastel de cumpleaños hasta los frascos llenos de historia que has ido coleccionando sin darte cuenta.