La ira es tan solo un instrumento o un arma en manos mas calculadoras. Un pueblo en armas es una fuerza, pero no piensa. cómo mucho opina. Y la opinión es cosa fácil de construir. La ira no produce cambios, la ira es mercenaria. Sirve a quienes mas la excitan.La necesaria rebeldía de Medea contra el orden social establecido o lo que llamaríamos ahora lo "políticamente correcto" y contra sus propios impulsos naturales, y la actividad de un principio cómo el de la diosa K& 257;l& 299; que sustenta, en el orden simbólico, la cíclica construcción y destrucción del universo de las formas son, si las comprendemos bien, dos ejemplos inmejorables del poder femenino que necesitamos activar para adelantarnos a lo que ha de venir y evitar así un desastre mayor.Podemos invertir los papeles, sin duda. Pero ¿de que sirve reemplazar los ingredientes si el caldo esta podrido? Lo que necesitamos ahora no es una simple inversión, sino una autentica transformación, un cambio de paradigma que abarque todos los ámbitos. Pues no se trata tan solo de transformar nuestra economía, nuestro modo de gestionar el ecosistema, se trata de pensarlo y pensarnos de otro modo.