Participa en el mantenimiento de la mineralización ósea a través de la regulación de calcio y homeostasis del fósforo. La vitamina D también exhibe muchos efectos no-esqueléticos, particularmente en los sistemas inmune, endocrino, y cardiovascular.
El proceso de encapsulación liposomal permite que las vitaminas y otros compuestos pasen intactos a través del sistema digestivo sin verse afectados por los jugos gástricos, superen las barreras de absorción celular y suministren nutrientes de manera efectiva a través del torrente sanguíneo a las células más necesitadas.