El libro El niño que cuenta hasta el infinito es un libro para leer y para jugar. Se despliega como un acordeón, tiene una historia por el derecho y otra por el revés. El formato acordeón permite al pequeño lector desplegar el libro estirándolo completamente o formando una estrella o dejándolo caer como una catarata. Leer primero por un lado aumenta la atracción ya que no se sabe qué sucederá al dar vuelta el libro y leerlo por el revés. El libro obtuvo en 2018 el premio más importante que se otorga en Chile a los libros infantiles: el Premio Marta Brunet, del Ministerio de las Culturas y las Artes. Fue recomendado entre los 100 libros de 2019 por la Fundación Cuatrogatos, reconocida fundación iberoamericana especializada en fomento lector.